Se está convirtiendo, lamentablemente, en un tema recurrente la aparición de casos letales, lo cual comenzó a crear una columna inquietante, no solo por la cantidad, sino por la gravedad. Se trata de la muerte de deportistas, en especial en el fútbol.
Quienes no estamos en la medicina, nos enteramos, no hace mucho, sobre la existencia de la “muerte súbita”. Algo para nada nuevo, pero que aún hoy no es facil de prevenir o detectar, salvo con equipos específicos o estudios muy detallados, avanzados y costosos, según se informó. Por ende no se efectúan con frecuencia, aún en los niveles de la más alta competencia.
Este fin de semana, un joven del fútbol de Italia se desplomó en la cancha durante un partido de la segunda división del “calcio” y, pese a las maniobras para reanimarlo no consiguieron que recupere los signos vitales, falleciendo antes de ingresar a un centro asistencial.
Un mes antes, otro futbolista, en este caso de origen africano se desmayó durante un cotejo de fútbol profesional en Inglaterra. Afortunadamente días después se recuperó milagrosamente, y en la víspera fue dado de alta, aunque no se supo si seguirá jugando. Lo que menos importa en casos así.
Fueron los dos últimos casos conocidos, difundidos. Pero fueron precedidos por muchos otros, siempre en el fútbol europeo, lo cual llama la atención, por el nivel socio económico que tiene la actividad en ese continente.
Puede haber un factor a determinar y que, en esta era, se inició con el buen jugador que es Canú y que, sigue siéndolo pese a que, en un determinado momento se habló que no podría jugar más. Ese factor o esa cuestión, en medio de mi ignorancia, ¿no podría pasar por tratarse de personas nacidas y crecidas en países carecientes como la mayoría de los del continente africano?.
La nutrición es lo básico y podría ser uno de los motores para dañar el organismo o no predisponerlos para actividades con rigor. Cuando llegan de grandes o con varios años de vida poco adecuada, ya es tarde, más allá de la atención, preparación y todo lo que se le brinde a un futbolista por caso, en un nivel supeprofesional.
Es un tema que, tal vez se está analizando, como cada vez se deberá ser más rigurosos con los controles en todo sentido. Se sostiene que la leche materna es vital para un recién nacido, pero mucho depende también del estado de quien la brinda.
Un cuidado que no debe nacer en el fútbol profesional u otra actividad, sino a partir del primer minuto de gestación, cualquiera sea el ambiente. Si es bueno, obvio, totalmente mejor.
Es para contemplar a fondo, aunque haya que destinar fondos que muchas veces se mezquinan para ir después a solventar acciones irrelevantes pero incidentes en el poblador y solo sirven para enriquecer a inescrupulosos: dadores y receptores.
Quienes no estamos en la medicina, nos enteramos, no hace mucho, sobre la existencia de la “muerte súbita”. Algo para nada nuevo, pero que aún hoy no es facil de prevenir o detectar, salvo con equipos específicos o estudios muy detallados, avanzados y costosos, según se informó. Por ende no se efectúan con frecuencia, aún en los niveles de la más alta competencia.
Este fin de semana, un joven del fútbol de Italia se desplomó en la cancha durante un partido de la segunda división del “calcio” y, pese a las maniobras para reanimarlo no consiguieron que recupere los signos vitales, falleciendo antes de ingresar a un centro asistencial.
Un mes antes, otro futbolista, en este caso de origen africano se desmayó durante un cotejo de fútbol profesional en Inglaterra. Afortunadamente días después se recuperó milagrosamente, y en la víspera fue dado de alta, aunque no se supo si seguirá jugando. Lo que menos importa en casos así.
Fueron los dos últimos casos conocidos, difundidos. Pero fueron precedidos por muchos otros, siempre en el fútbol europeo, lo cual llama la atención, por el nivel socio económico que tiene la actividad en ese continente.
Puede haber un factor a determinar y que, en esta era, se inició con el buen jugador que es Canú y que, sigue siéndolo pese a que, en un determinado momento se habló que no podría jugar más. Ese factor o esa cuestión, en medio de mi ignorancia, ¿no podría pasar por tratarse de personas nacidas y crecidas en países carecientes como la mayoría de los del continente africano?.
La nutrición es lo básico y podría ser uno de los motores para dañar el organismo o no predisponerlos para actividades con rigor. Cuando llegan de grandes o con varios años de vida poco adecuada, ya es tarde, más allá de la atención, preparación y todo lo que se le brinde a un futbolista por caso, en un nivel supeprofesional.
Es un tema que, tal vez se está analizando, como cada vez se deberá ser más rigurosos con los controles en todo sentido. Se sostiene que la leche materna es vital para un recién nacido, pero mucho depende también del estado de quien la brinda.
Un cuidado que no debe nacer en el fútbol profesional u otra actividad, sino a partir del primer minuto de gestación, cualquiera sea el ambiente. Si es bueno, obvio, totalmente mejor.
Es para contemplar a fondo, aunque haya que destinar fondos que muchas veces se mezquinan para ir después a solventar acciones irrelevantes pero incidentes en el poblador y solo sirven para enriquecer a inescrupulosos: dadores y receptores.
ROBERTO CAPARA
deportes@el-litoral.com.ar
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