El básquet femenino del Club Atlético Saladas continúa silencioso pero fecundo en su proceder diario afianzando una tradición dentro de esa institución y por lo tanto una referencia ineludible cada vez que se habla de esa ciudad.
Este proyecto que ya tiene varios años, después de un largo periodo sin actividad, continúa en marcha en las categorías Mini, U15 y U17 a cargo del profesor Saturnino Pérez, jugador de la institución que recientemente incorporó al joven entrenador Juan Krogslund, para colaborar en todo este emprendimiento y en que el podrá volcar su experiencia también como formador de niñas y mujeres dentro de esta disciplina.
Atlético Saladas es un club en el que el básquet femenino se destaca invariablemente desde la década del 50, con equipos y jugadoras de renombres.
Sin pedir nada a cambio y con el simple objetivo de practicar una disciplina característica entre las mujeres de ese lugar, las niñas, adolescentes y jóvenes emulan en cada entrenamiento y más allá de la falta de competencia muchas veces, a las grandes basquetbolístas que dio la tierra donde nació el Sargento Cabral.
Por eso y por mucho más, por defender una actividad netamente identificada con su ciudad, por mantener viva la tradición que permanentemente le rinde homenaje al doctor Carlos Rodolfo Dávila y a sus “pequeñas gigantes”, a quienes las antecedieron y a las que continuaron y conformaron, por ejemplo, uno de los mejores cuadros de la Liga Nacional de Básquet Femenino de 1994, con la jugadora internacional Iris Ferazzoli como figura preponderante, dentro de un equipo de estrellas.
Por todo eso, es que el básquet femenino de Saladas revive, y las chicas crecen en injerencia día a día.
Este proyecto que ya tiene varios años, después de un largo periodo sin actividad, continúa en marcha en las categorías Mini, U15 y U17 a cargo del profesor Saturnino Pérez, jugador de la institución que recientemente incorporó al joven entrenador Juan Krogslund, para colaborar en todo este emprendimiento y en que el podrá volcar su experiencia también como formador de niñas y mujeres dentro de esta disciplina.
Atlético Saladas es un club en el que el básquet femenino se destaca invariablemente desde la década del 50, con equipos y jugadoras de renombres.
Sin pedir nada a cambio y con el simple objetivo de practicar una disciplina característica entre las mujeres de ese lugar, las niñas, adolescentes y jóvenes emulan en cada entrenamiento y más allá de la falta de competencia muchas veces, a las grandes basquetbolístas que dio la tierra donde nació el Sargento Cabral.
Por eso y por mucho más, por defender una actividad netamente identificada con su ciudad, por mantener viva la tradición que permanentemente le rinde homenaje al doctor Carlos Rodolfo Dávila y a sus “pequeñas gigantes”, a quienes las antecedieron y a las que continuaron y conformaron, por ejemplo, uno de los mejores cuadros de la Liga Nacional de Básquet Femenino de 1994, con la jugadora internacional Iris Ferazzoli como figura preponderante, dentro de un equipo de estrellas.
Por todo eso, es que el básquet femenino de Saladas revive, y las chicas crecen en injerencia día a día.
GENTILEZA: GUILLERMO BLANCO
No hay comentarios:
Publicar un comentario