lunes, 21 de mayo de 2012

Mandiyú: a 24 años de la gran epopeya




Fue un 21 de mayo de 1988 cuando el equipo correntino logró un suceso inédito, ascendiendo a la Primera División del Fútbol Argentino, tras un empate 0 a 0 contra Quilmes, que era su principal perseguidor. Esa hazaña se recuerda hasta el día de hoy.


Por cuestiones obvias, sólo los 21 de mayo se festeja el ascenso del Deportivo Mandiyú a la Primera División del Fútbol Argentino, ya que ese día, tras el empate sin goles frente a Quilmes en el Sur del Gran Buenos Aires se consumó el histórico hecho. Iba a ser el primer equipo en competir en forma estable la máxima divisional del fútbol doméstico.
Para definir al torneo de la Primera B Nacional de la temporada 87/88, el término más adecuado podría ser “interminable”. Eran 22 equipos que tenían que ju-gar todos contra todos a partidos de ida y vuelta. En to-tal, Mandiyú disputó 42 partidos, ganando 20, empatando 18 y perdiendo sólo 4, con 54 goles a favor y sólo 24 en contra, siendo el conjunto con menos tantos recibidos, reflejando un aspecto fundamental de ese equipo, la gran defensa.
Pero en realidad no fue tan cómodo como aparentan los números, ya que durante toda la temporada tuvo que viajar a lugares muy distantes, como La Pampa, Santiago del Estero, Tucumán, Río Negro, entre otros. Por lo cual el kilometraje que sumó, más de 37 mil, con las comodidades de la época, es un dato más que importante, con el agregado que de todos los equipos, el único que no tenía cancha propia, era Mandiyú.
El algodonero tuvo un comienzo irregular, pero desde la fecha 7 comenzó a hilvanar una buena racha invicta para sumar los suficientes puntos como para meterse en la discusión por el título. Fueron 9 partidos sin derrotas, con 6 victorias y 3 empates, hasta perder con Belgrano y tener una larga serie de empates hasta el final de la primera ronda, donde Mandiyú ya estaba segundo, con 28 puntos a sólo 1 del líder Cipolletti de Río Negro. Después venían Belgrano (27), Quilmes (26), Chacarita (24) Huracán y Douglas Haig (ambos con 22).
Para comenzar el glorioso 1988 hubo 2 empates, contra Atlético Tucumán, y el otro y más preocupante, contra el “Lobo Jujeño”, que era el último. Pero esto antecedió a uno de los mejores momentos de los correntinos, fueron 4 victorias seguidas. Consecutivamente se derrotó a Los Andes, Colón, Almirante Brown y a Douglas Haig. Pero un 0-2 de local frente a Huracán, cortó un invicto de 12 jornadas.
La senda victoriosa se retomó de la mejor manera, ganando en el superclásico contra For Ever, en Chaco. Fue un 3 a 1 con un doblete de Marrero. La regularidad no se mantuvo, y llegaron cuatro empates en fila, pero Mandiyú seguía peleando bien arriba.
En la fecha 35, los correntinos salieron de sus 4 empates con un histórico 7 a 0 frente a Deportivo Maipú de local, que con el paso de los años sería la diferencia más grande que sacó en un partido en todos los años de presencia nacional de los algodoneros, que estaban un punto arriba de Quilmes.
Nada se modificó mucho hasta la fecha 40, cuando Mandiyú recibió la ayuda menos pensada. Los correntinos igualaron sin goles a Lanús y los “cerveceros” perdieron en Chaco, contra For Ever, los eternos rivales de Mandiyú que se despegaron a 3 puntos, que serían indescontables hasta el final del campeonato.
La gloria se concretó en la fecha 41, la anteúltima. Mandiyú visitó a Quilmes, que en un áspero partido igualaron 0 a 0. El “albo” mantuvo la distancia de 3 puntos que ya eran indescontables, coronándose campeón. Faltaba un partido más, aunque sólo para la estadística. Fue otro 0 a 0 en Corrientes frente a Cipolletti, el día de la vuelta olímpica frente a su público.
Pero ese 21 de mayo de 1988 fue una jornada histórica para el deporte correntino, algo que quienes lo vivieron nunca lo olvidarán, y los que nacieron después tendrán referencias y estarán al tanto, debido a la magnitud de la conquista.


FUENTE: PABLO MIGUEL REYES BEYER

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